2. Tres buenas razones para creer en Dios
18 de Noviembre de 2012, Casa de Oración Rancho Nuevo, J,j García
Salmo 14.1Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.
¿Existe Dios?
La existencia de Dios ha sido cuestionada desde la historia de la humanidad. El hombre se ha preguntado si realmente existe un ser extra-mundano, un ser que haya creado el universo en el que vive. Para nosotros no hay cuestionamiento en esto; sin embargo, entender ciertas verdades en cuanto esto, aumentará nuestra fe y aprenderemos a defenderla. Una fe que a veces se ve atacada por el ateísmo, el cual afirma que no hay Dios, ni ningún ser sobrenatural que sea el creador y causante de todas las cosas que vemos. ¿Pero realmente los argumentos de estas personas son confiables? ¿Es más inteligente aquel que no cree en Dios? ¿Cuáles son los argumentos más sólidos y plausibles?
Como ya decía, para nosotros no hay duda de que hay un Dios; por esa razón hoy domingo estamos aquí reunidos. Hoy veremos básicamente dos argumentos cómo los presenta el Dr. Lane Craig:
(1) Hay buenas razones para pensar que Dios existe [hoy veremos tres].
(2) No hay buenas razones para pensar que el ateísmo sea cierto.
Para nosotros la Biblia es la máxima autoridad, y para los ateos la “ciencia” —dicen. Hoy trataremos de explicar la existencia de Dios usando la razón —contrario a lo que los ateos piensan de los creyentes. La razón y la fe no están peleadas, al contrario, están ligadas —aunque hay que decirlo, son distintas en su definición. La fe no puede ser contradictoria a la razón; fe no significa creer en contra de la razón. La fe va más allá de la razón más bien, es un paso adelante de ella. En estas últimas décadas ha habido grandes filósofos, tanto ateos como cristianos que se han enfrentado cara a cara para debatir —sí Dios existe o no.
Se ha dicho que la religión es sinónimo de ignorancia, y que creer en Dios es irracional. Pero esa es la verdadera ignorancia. En la historia ha habido científicos muy sobresalientes que creen en un Dios. Por mencionar algunos: Johann Kepler, Blaise Pascal, Robert Boyle, Isaac Newton (Ver más sobre científicos cristianos).
En la historia se han desarrollado muy buenos argumentos en cuanto a que Dios sí existe. Este es el objetivo del sermón, demostrar que hay buenas razones para creer que Dios existe, y por el contrario no hay una buena razón para pensar que el ateísmo es verdad.
I. Argumento cosmológico: “El origen del Universo tiene una causa”
Romanos 1. 18Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; 19porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
¿Se han preguntado alguna vez de dónde viene el ‘universo’ y de donde provienen las cosas? ¿Tuvo un comienzo o simplemente va hacia atrás en el tiempo para siempre? Algunos científicos piensan que el universo es eterno y sin causa; pero hay buenos motivos para dudar de ese pensamiento. La idea de un pasado infinito en sí es problemática y un tanto absurda. Matemáticamente hablando los resultados de un infinito son contradictorios —argumenta el Dr. Lane Craig:
A manera de ejemplo: Supongamos que tenemos un número infinito de monedas, y yo te quito todas las monedas de número impar. ¿Cuántas monedas te quedarían? Infinitas. ¿Y si te quito todas las monedas mayores a “3”, cuantas quedan? Tres. Nos damos cuenta que en cada resta hemos quitado un ‘infinito’ número de monedas y llegamos a resultados contradictorios. Si te pido el diezmo de infinito no sabrás responder con un número real; esto en un mundo real no es posible. Esto demuestra que “lo infinito” sólo es una idea en nuestra mente, pero que en realidad no sucede como tal. Si vemos lo que ha sucedido en el universo en el pasado, no son solo ideas, sino que son hechos reales. Y sí el pasado es real, entonces debe ser finito; es decir tener un principio, y por ende una causa —palabras mas o menos.
Así que el universo como cualquier cosa o ser, debe haber comenzado a existir en un punto del pasado. Esta conclusión filosófica ha sido confirmada por notables descubrimientos en astronomía y astrofísica, y ha sida defendida por grandes filósofos cristianos. Unos de los mejores de la actualidad, los cuales recomiendo ampliamente para que ustedes refuercen el tema si tienen a bien hacerlo son: William Lane Craig y Ravi Zacharias. Pueden buscar videos por internet, específicamente en sus páginas web[1]. Cabe mencionar que tome buenos ejemplos y argumentos que ellos han desarrollado para la elaboración del presente sermón.
La “ciencia” de alguna manera a intentado aplazar y contradecir esta conclusión de que el Universo tuvo un inicio y una causa, ha propuesto teorías llenas de problemas y que cuando mucho nos llevan al comienzo un paso atrás. Si Dios creó todo, —preguntan— ¿Quién creó a Dios? ¿Un Dios más grande? Pero esto va en contra de un principio científico a lo largo de la historia: “que de la nada, nada sale”.
La lógica dice que debe de haber una causa trascedente —algo que cruza los límites “normales” de tiempo o espacio— que trajo a la existencia el universo. Aseguran que es posible que el universo no tenga causa, ya que hay ciertas cosas que parecen no tener propósito ni causa: hoyos negros, especies que se extinguen tan rápido como aparecen, estalactitas, que el cielo sea azul, algunos planetas. Sin embargo, que ciertas cosas “parezcan” no tener propósito, no significa que no lo tengan. Si no lo entendemos no significa que así sea. Además cualquier cosa en la vida que tenga relevancia podremos concluir que tiene propósito, y tiene una causa. Considera las cosas importantes en tu vida: una casa, un vehículo, electrodomésticos; cosas que evidencian diseño y propósito, sería irracional pensar que aparecen de la nada.
De hecho en el año 2003, Arvind Borde, Alan H. Guth y Alexander Vilenkin, pudieron probar que cualquier universo que este en estado de expansión, no puede ser eterno en el pasado y debe tener un principio absoluto. Vilenkin no deja dudas, y escribe: “Se dice que un argumento es aquello que convence a los hombres razonables, y que una prueba, es lo que se necesita para convencer incluso a los no razonables. Ahora, con la prueba presente, los cosmólogos ya no pueden esconderse detrás de la posibilidad de un universo eterno en el pasado. No hay escapatoria y tienen que enfrentar el problema de un comienzo cósmico”
Doblando las manos en cierta sentido, parte de la ciencia ha llegado también a la conclusión de que el Universo sí tuvo un inicio. A esa teoría la han llamado el “Bigbang”, un evento que sucedió hace más de 13 billones de años dónde el universo inicio a partir de la nada; todo lo que conocemos: la energía, el espacio, la materia e incluso el tiempo comenzó a existir por una explosión. Y esta es la gran apuesta del mundo científico como la teoría más plausible —aceptable. Aunque no lo crean ha habido otras mucho más absurdas, pero la ciencia dice que todo lo que conocemos en el universo como los planetas, los satélites, los montes, los mares, la vegetación, los animales, los humanos, etc., comenzaron “de la nada”. ¿Díganme si no es absurdo si quiera digerirlo en nuestro sentido común?
El argumento se resume de la siguiente manera:
- El universo comenzó a existir.
- Si el universo comenzó a existir, entonces tiene una causa trascendente.
- El universo tiene una causa trascendente.
Por la misma naturaleza de los argumentos, por el espacio y el tiempo, la causa debe ser una ‘Entidad’ in-causada, invariable, eterna, inmaterial y de un poder inmensurable —argumenta Lane Craig.
¿Por qué debe ser in-causada? Porque como hemos visto, no puede existir un universo infinito, tal como lo ilustra el dicho ¿Qué fue primero, la gallina o el huevo? Debe ser eterno aquello que causó el Universo, porqué el mismo habría creado el tiempo. Así como creó el espacio, entonces esa entidad debe cruzar los límites del tiempo y espacio; por tanto debe ser inmaterial, es decir, no físico. Y para esta entidad in-causada sólo hay dos candidatos que encajan en tal descripción. O bien un objeto abstracto, como un número, o bien una mente consciente y personal. Pero los números no pueden causar nada, por ejemplo el número 7 no puede crear o causar algo; por ello se deduce que la causa del Universo es una mente no encarnada, más bien es un creador eterno, inmaterial, incausado, de inmenso poder y personal.
¿Quién creo a Dios? Lo que podemos decir sobre la base del argumento cosmológico, únicamente es que como el universo debe tener una causa, ninguna razón se ha dado para pensar que el Creador debe tener una causa. Sería una cadena infinita pensar que Dios fue creado por un ser necesariamente más grande, y luego, ¿Quién creó al otro ser más grande que Dios? ¿Otro ser más grande? Por tanto, es lógico y razonable pensar que alguien tiene que ser más grande y más poderoso que todas las cosas existentes que tuvieron inicio en un tiempo.
Hechos 17. 18Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él [con Pablo]; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección.
24El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, 25ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. 26Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; 27para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. 28Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.
Sin lugar a duda no es fácil asimilar cuestiones filosóficas. Pero racionalmente es más plausible y probable razonar que hubo un ser extra-mundano creador de todo, necesariamente debe ser eterno, inmaterial, y de un poder insondable. Los ateos que pueden aceptar esto, y llegan a decir, que sí, posiblemente el Universo tuvo una causa, “pero no estoy obligado a pensar que es el Dios de los cristianos”.
¿Quién más pues?
II. Argumento Teleológico: “Un Diseñador”.
Amos 4. 13Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los ejércitos es su nombre.
Este argumento enfoca la evidencia de un “ajuste fino” como se le conoce filosóficamente; es decir que hay armonía, orden y diseño en el universo, y argumenta que su diseño da evidencia de un propósito inteligente (la palabra griega telos quiere decir «fin», «meta» o «propósito»). Puesto que el universo parece estar diseñado con propósito, debe haber un Dios inteligente y con propósitos que lo creó para que funcione de esa manera.[2]
Los científicos se han quedado asombrados por el descubrimiento de que nuestro universo parece presentar un fino ajuste; una armonía y orden que posibilita la existencia de vida inteligente, con tal precisión y delicadeza que literalmente desafían la comprensión humana. Por ejemplo, si la fuerza de gravedad o la fuerza del átomo, hubiera sido alterada por tan poco como una parte de 10 elevado a 100, el universo no hubiera permitido la existencia de vida.
Ahora, hay solo tres posibles explicaciones de este extraordinario “orden y precisión”: Necesidad física, casualidad, o diseño —comenta Lane Craig. No puede ser a causa de una necesidad física, porque las constantes y cantidades en cuestión son independientes de las leyes naturales. De hecho, la teoría de cuerdas predice que podrían existir alrededor de 10 elevado a la 500 potencia de universos diferentes compatibles con las leyes naturales. Y la casualidad, bueno, prefiero pasar a argumentar de la siguiente manera:
El ajuste fino del Universo, no es debido a la causa de la necesidad o el azar, sino a un Diseñador Sobrenatural.
Es inconcebible pensar que tanta precisión y orden en la naturaleza sea proveniente de la nada, del azar o de la necesidad. Pensemos en cualquier cosa; la gravedad como mencionamos, o lo distancia perfecta de la Luna para que el mar se mantenga en su lugar, la diversidad de vegetales y animales, la perfección del cuerpo humano —algunos le llaman “la maquina perfecta”—, el simple ojo humano es digno de estudiarse. Es incomprensible pensar que estas y más cosas surgieron sin ser pensadas, sin tener un propósito, o ninguna causa.
Sí la tecnología actual nos impresiona, las computadoras, celulares, aviones, vehículos, edificios sofisticados, etc., ¿Qué pensarían si los digo que esas cosas surgieron de la nada? Una explosión trajo el descubrimiento del automóvil, el azar trajo el descubrimiento de las Tablet’s y la necesidad provocó la aparición de las Tv’s de LED’s. ¿No suena descabellado si quiera decirlo? Ah, pero la ciencia afirma que algo más complejo y hermoso que un simple celularsucho [sic], «el Universo surgió de la nada». ¡Oh cuanta inteligencia!
La ciencia dice “es probable” aunque sea prácticamente imposible; ellos dicen que lo es, que probablemente el bigbang haya sucedido,y qué es probable que la teoría de la evolución se cumpla y de más. Pero la biblia no dice es probable, ella afirma:
Génesis 1. 1En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Cuanta verdad encierra el primer verso de la Palabra de Dios. En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La biblia no fue hecha para argumentar y convencer que Dios sí existe, ¡no! —aunque se puede hacer. Sin embargo, la Biblia sólo quiso revelar al Dios sobrenatural, el Gran Dios que trasciende el tiempo y el espacio, la biblia afirma y da por hecho la existencia de Dios. Así que no podemos buscar razonamientos filosóficos para convencer a los ateos de que Dios existe en la Biblia. Esta existe porque Dios existe, y no existe para comprobar a Dios, sino para revelar sus propósitos eternos.
III. Argumento Histórico: “Jesucristo de Nazaret”
Gálatas 4.4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley.
Los hechos históricos relativos a la vida, muerte y resurrección de Jesús implican la existencia de Dios.
Algunas religiones han afirmado que hay un solo Dios, esto se llama “monoteísmo”, tanto como judíos, musulmanes y cristianos están de acuerdo que hay un Dios. ¿Pero que más sabemos acerca de ese Dios? La respuesta la encontramos al mirar a Jesús de Nazaret.
¿Quién fue Jesús de Nazaret?
Según la historia secular tiene puntos en común acuerdo en cuando a este personaje. El consenso general de historiadores concuerda que Jesús apareció en escena con gran autoridad divina sin precedentes. Una autoridad que no cualquiera ha tenido, no como algún profeta o ángel enviado por Dios. La autoridad para estar y hablar como Dios mismo. Y como demostración visible de estos hechos llevo a cabo un ministerio de milagros y “exorcismos” —así lo mencionan historiadores seculares. Pero su confirmación fue la resurrección de entre los muertos.
La mayoría de la gente piensa que la resurrección de Jesús es algo que se cree por fe ciega, pero en realidad hay 3 hechos reconocidos por la mayoría de los historiadores del N.T. que llegan a lo mismo:
1. El domingo después de su crucifixión, la tumba de Jesús fue encontrada vacía por un grupo de seguidoras.
Según Jacob Kremer, un erudito austriaco que se ha especializado en el estudio de la resurrección «con diferencia, la mayoría de los estudiosos sostienen con firmeza la fiabilidad de las declaraciones bíblicas sobre la tumba vacía”.
2. En ocasiones separadas, individuos y grupos diferentes vieron apariciones de Jesús vivo tras su muerte.
Según Gerd Lüdemann, un prominente crítico alemán del Nuevo Testamento: «Puede ser tomado como históricamente cierto que los discípulos tuvieron experiencias después de la muerte de Jesús en el que Jesús se les apareció como el Cristo resucitado». Estas apariciones fueron atestiguadas, no solo por los creyentes, sino también por los incrédulos, escépticos, e incluso enemigos.
3. Y los discípulos originales llegaron a creer de pronto en la resurrección a pesar de tener toda la predisposición para lo contrario.
Los Judíos no tenían creencia alguna en un Mesías muerto, y mucho menos, en un Mesías resucitado. Las creencias judías sobre la otra vida excluían que alguien resucitara de entre los muertos antes del fin del mundo. Sin embargo, los primeros discípulos llegaron a creer con tal fuerza que Dios había resucitado a Jesús de entre los muertos, que estaban dispuestos a morir por la verdad de esa creencia.
N.T. Wrigth erudito del Nuevo Testamento concluye: “y eso es por lo que como historiador no puedo explicar el surgimiento del cristianismo temprano a menos que Jesús resucitara dejando una tumba vacía atrás”.
Hay intentos desesperados para explicar estos tres hechos, como que los discípulos robaron el cuerpo de Jesús, o que Jesús no estaba muerto realmente; pero han sido rechazados por la erudición contemporánea. Por esto, el cristiano esta justificado al creer que la mejor explicación de la evidencia es que Jesús resucitó de entre los muertos. Y que era quien decía ser, y esto necesariamente implica que el Dios revelado por Jesús de Nazaret, existe.
Nuestra fe entonces no es irracional como muchos han querido hacer parecer. Nuestra fe esta basado en argumentos lógicos y mucho más convincentes que los que presentan los que insisten “no hay Dios”. Realmente no es la razón lo que a ellos los lleva a concluir que no hay Dios, leímos al principio:
Salmo 14.1Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.
Dijimos al principio también que demostraríamos que las razones para pensar que Dios existe, son mejores y más probables; y que las que dicen “No hay Dios” no son buenas ni muy probables. En efecto, los argumentos del ateísmo contra la existencia de Dios carecen de toda base científica. Dicen: Dios no es necesario. La ciencia moderna puede explicarlo todo, sin tener que recurrir a la existencia de un Ser Supremo, invisible y extra-mundano.
Ya hemos visto con buenas razones que es más probable un Dios que causó el principio —que es eterno, inmaterial, todopoderoso—, y que es el Diseñador de un Universo en su ajuste fino; que el universo es infinito y que todo lo que vemos surgió de la nada. De todas maneras el ateo dice «no hay Dios», «Dios no creó nada», «fue el bigbang», «y nosotros venimos del renacuajo o del chango»—Disculpen el sarcasmo. Al final sabemos que la única actitud “exitosa” para conocer a Dios, es acercarse con una actitud de fe y humildad. “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes” (Proverbios 3.34, 1 Pedro 5.5 y Santiago 4.6).
* Fe no es algo que se cree ciegamente. La definición simple de fe es = Conocimiento recibido + conocimiento aceptado = Confiar en tal verdad. Es decir, recibimos un conocimiento —en nuestro caso de la Biblia—, tal conocimiento lo aceptamos como verdad, y confiamos en ello; eso es tener fe. Los ateos tienen fe en otro conocimiento recibido, por lo que ellos llaman ciencia.
Tú puedes tener la experiencia de Dios a nivel personal. Puedes saber que Dios existe, simplemente por experiencia inmediata de Él. Este es el modo como la gente de la Biblia conocía a Dios.
Hebreos 11. 1Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. 3Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
6Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Concluimos con un axioma que presenta Francisco Lacueva[3]:
El conocimiento humano se da a dos niveles, el de la pura razón y el de la fe. Del primero al segundo hay un salto cualitativo, no cuantitativo, es decir, las cosas de Dios solo se pueden percibir cuando el Espíritu Santo ha comenzado en el corazón del hombre la obra de la conversión, como advirtió también el Señor Jesús a Nicodemo (Jn. 3:3-8). Y aunque se de el caso de que nuestros conocimientos de la palabra de Dios no sean muy extensos ni profundos, y nuestros conocimientos científicos y filosóficos sean nulos, siempre podremos decir, como Felipe a Natanael: Ven y ve” (Juan 1:46); y, en ultimo termino, como dijo el recién curado ciego de nacimiento: “una cosa se: que siendo ciego, ahora veo”.
Bibliografía:
Lacueva, Francisco: Curso Básico de Teología Bíblica. Editorial Clie.
Wayne Grudem: Teología Sistemática: Una Introducción a La Doctrina Bíblica. Miami, FL : Editorial Vida, 2007.
Ryrie, C. C. (2003). Teologı́a básica. Miami: Editorial Unilit.
http://www.reasonablefaith.org/
Buswell, J. O. (1979). Teología sistemática, tomo 1, Dios y Su revelación : Buswell, J. Oliver. Miami, Florida, EE. UU.
[2]Grudem, Wayne: Teología Sistemática: Una Introducción a La Doctrina Bíblica. Miami, FL : Editorial Vida, 2007, S. 147
[3] Lacueva, Francisco: Curso Básico de Teología Bíblica. Editorial Clie.
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Tomado de: Casa de Oración Rancho Nuevo
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