Libro: Audaz, productivo y feliz. Autor: Robin Sharma.
En este año estoy procurando una dieta de lectura mezclada e interesante para mí. Leo la Biblia en un año, otro libro de corte eclesiástico, otro reflexivo; este último lo hago a cuenta gotas, capítulos cortos que te lleven a pensar detenidamente.
Este es el caso de este libro que, encargué en una oferta extraña 100 pesos mexicanos (5 dólares) enviado a mi casa. Lo compré porque recién había terminado el del «Club de las 5am» que revolucionó mis mañanas y mi forma de enfrentar el día.
Este libro no es narrativo no técnico, es un collage de ideas, de reflexiones, de citas inspiradoras y de inculcarte el hábito de escribir en un diario como método de reflexión. Me siento bien con la lectura, 5 minutos cada día le dedicas a un capítulo y cada capítulo seguro rescatas algo.
Las anécdotas y las máximas parecerían simplonas, pero en el contexto de la mejora continua y la reflexión profunda tienen sentido. Muy sencilla la lectura y digerible.
La parte más sobresaliente son las preguntas de reflexión para desarrollar en el diario que, no siempre las puedes contestar, pero el hábito de escribir es bueno desde todos los puntos de vista, por lo cual debemos procurarlo.
También los listados del tipo «maneras de ser prospero o alcanzar tales cosas» son muy concretos y razonables, seguro te abre ideas. Como ejemplo: » Las 11 reglas para una vida profundamente satisfactoria».
Termino compartiendo unas citas interesantes a lo largo del libro:
Mejor sermón puedes dar con tu vida que con tus labios.
La vida es siempre un equilibrio entre hacer y ser.
El mundo es un espejo: no recibimos de él lo que deseamos, sino lo que somos.
Aprender es recordar.
La riqueza tiene cinco modalidades: económica, en relaciones, física y experiencial y psíquica. La riqueza consiste en vivir por una causa más grande que tú.
Las cosas que ponemos por escrito son las que nos comprometemos a hacer.
El camino a la excelencia es el interrumpir desde ya todo lo que no es excelente.
La más insignificante de las acciones siempre es mejor que la más audaz de las intenciones.
No dejes tu mejor vida para más tarde.
No hay cosas que enfoquen tanto la actividad mental como elaborar planes por escrito y secuenciarlos después con objetivos.
Sé excelente y olvídate de la perfección.
No deseches nunca una nueva idea sin haber antes intentado darle forma.
Cuanto mejor es lo que sabes mejor es lo que haces.