¿Por qué soy Protestante?


Lo que todo cristiano debe saber

 “La Iglesia no debe determinar lo que enseña la escritura, es la escritura quien debe determinar lo que enseña la Iglesia”. Martín Lutero. 

Creo que como “protestantes” hemos fallado en ese espíritu protestante que lleva de nombre nuestra gran denominación. Hemos fallado al no ser de alguna manera “protestantes” ante el error y la desviación de la verdad. Pocos saben con exactitud porqué nos llaman así, pero sobre todo porque nos llamamos así. En eso y más hemos fallado, al conformarnos con lo que escuchamos los domingos, e ignorar parte de nuestra historia. ¿Protestantes de qué?

La respuesta corta y breve:

“protestar en contra del abuso y del desvío de las Escrituras”.

Cómo muchos sabrán, la Iglesia católica dominó el imperio romano desde el siglo IV en adelante. Desde el siglo XII hubo hombres que quisieron regresar a lo sencillo del cristianismo, al libro de los Hechos; volver a la Biblia como máxima autoridad. Muchos de ellos no tuvieron y éxito y fueron muertos por el poder imperial —que en esos momentos no se distinguía el poder del Estado [emperador] y de la Iglesia [papa].

Finalmente, a Dios le plació que fuera en los tiempos de Martín Lutero cuando se diera inicio a la Reforma  de la Iglesia —conocida más adelante como la Reforma Protestante . Un monje de la orden de los agustinos, de 34 años de edad, y alemán.

Lutero no pudo resistir esto y el 31 de octubre de 1517 colocó en las puertas de la Iglesia de Wittenberg noventa y cinco proposiciones, que invitaban a debatir tres temas generales: (1) El tráfico de las indulgencias, que para Lutero era contrario a las Escrituras, inefectivo y peligroso. (2) El poder del Papa para perdonar las culpas y penas no canónicas, que Lutero negaba. (3) El carácter del Tesoro de la Iglesia, que se decía, consistía en los méritos donados por Cristo, la Virgen María y los santos para cubrir los pecados de los penitentes, que Lutero también negaba.[1]

En 1520, Lutero fue condenado como hereje y declarado proscrito [desterrado] por una bula del papa León X (Exsurge domine). En 1521 (abril) Lutero fue citado para presentarse en Worms ante la Dieta (Asamblea Legislativa del Sacro Imperio), en la que estuvo presente el emperador Carlos V y las figuras más importantes del Imperio. La Dieta lo conminó [amenazó] a retractarse de sus enseñanzas y escritos, lo cual Lutero se negó a hacer. La Dieta terminó colocándolo bajo el bando, lo cual significaba que Lutero quedaba fuera de la ley y cualquier príncipe cristiano podía arrestarlo y matarlo sin por ello cometer un delito penado por la Iglesia.[2]

Sin embargo, fue protegido por un príncipe de Sajonia, Federico III [El Sabio], y escondido en su castillo dónde comenzó con la traducción de la Biblia al Alemán, además escribiendo algunos artículos que llevaban fuego en contra de los abusos papales. En 1526 por cuestiones políticas, el emperador Carlos V promulgó una tregua en la primera “Dieta de Espira”. No obstante en 1529 se llevó a cabo la segunda Dieta de Espira, en dónde se volvió a condenar las ideas de Lutero. Es aquí donde surgiría el término “protestantes”, mediante la “Protesta de Espira”.

La Protesta de Espira es el documento que seis príncipes y catorce ciudades libres alemanes del Sacro Imperio Romano Germánico presentaron el 19 de abril de 1529 para protestar contra el edicto del Emperador Carlos V, que anulaba la tolerancia religiosa que había sido legalmente concedida a los principados alemanes, con el fin de reprimir al movimiento de reforma de la Iglesia católica iniciado por Martín Lutero en 1517.

«En asuntos de conciencia, la mayoría no tiene poder», fue el principio en el que se basó la posición de los luteranos. El texto de la histórica protesta comienza diciendo:

Protestamos por medio de este manifiesto, ante Dios, nuestro único Creador, Conservador, Redentor y Salvador, y que un día será nuestro Juez, como también ante todos los hombres y todas las criaturas, y hacemos presente, que nosotros, en nuestro nombre, y por nuestro pueblo, no daremos nuestro consentimiento ni nuestra adhesión de manera alguna al propuesto decreto, en todo aquello que sea contrario a Dios, a su santa Palabra, a los derechos de nuestra conciencia, y a la salvación de nuestras almas.[3]

Oficialmente pues, fue el 25 de Abril de 1529 cuando la protesta de los príncipes del imperio germánico fue reconocida; en la cual se desligaban de la imposición de la religión y del poder ejercido por el papa y el estado. Aunque fue después de dos guerras entre el imperio romano y estos príncipes (1546-1547 favorable al imperio y 1552-1555 favorable a los príncipes), finalizando con la “Paz de Augsburgo, que se otorgó a los príncipes alemanes la capacidad de elegir la religión en sus Estados.

¿Por qué me llamo protestante?

Me llamo protestante, porque antes de aceptar la imposición de cualquier institución, le debemos obediencia a la Palabra de Dios; por tanto, cuando las instituciones, las religiones, las denominaciones, o los mismos hombres se desvían de la Palabra podemos decir: “…Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres (Hechos 5.29)”.

[1] Deiros, P. A. (2008). Historia del Cristianismo: Las reformas de la iglesia (1500–1750) (p. 56). Buenos Aires, Argentina: Ediciones del Centro.

[2] Ídem (p. 57).

[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Protesta_de_Espira

Publicado por Pastor Laico [a]

Siervo de Jesucristo por pura gracia.

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